La administración en México y la teoría organizacional
La administración en México y la teoría organizacional
La administración en México
La administración es universal; existe en todas las sociedades; es aplicable a
todas las economías, sean éstas emergentes, de primer mundo, sustentables,
subdesarrolladas, etc.
La denominación de los países y sus sociedades no es lo
importante; las características esenciales serán el estilo de organización y la
administración que practican. Y México no es la excepción.
Vivimos en un
mosaico de economías: desde las más primitivas en áreas geográficas muy
apartadas, hasta aquéllas en las que se han implantado las más avanzadas
experiencias administrativas a nivel mundial.
La administración, además de ser universal, actualmente es considerada
como una necesidad básica, de supervivencia.
Toda sociedad demanda
estabilidad y orden, por lo tanto necesita administrar sus recursos y coordinar su
esfuerzo colectivo para lograr sus fines. Realizar un estudio de la administración
mexicana supone estudiar a las organizaciones nacionales y entender sus
diferencias respecto a otras culturas, ya que cada país define un estilo de
organización, de producción, de comercialización e incluso de trabajo. Sólo si
conocemos nuestros hábitos y costumbres, podemos mejorar y crecer, no como
otros países, sino de acuerdo con nuestras necesidades. Si un país con nuestras
características desea salir del subdesarrollo, no lo hará imitando modelos que no
le pertenecen, sino descubriendo sus potencialidades y limitaciones, y con ello
generará modelos adecuados a sus ambiciones.
Características
México es un país rico, cuyos recursos naturales y humanos son enormes, que ha
tenido cientos de oportunidades para convertirse en potencia. Entonces, cabe
preguntarse: ¿por qué nunca hemos aprovechado estas oportunidades de
desarrollo?, ¿por qué la impunidad y la corrupción, entre otras características
negativas, son las noticias del día?, ¿por qué somos impuntuales y nepotistas en
nuestras empresas?, ¿cuál es la razón de tanta burocracia en nuestras empresas
públicas? Hay muchas preguntas sin respuesta definitiva y sin solución.
No
obstante, éste ha sido el estilo de administración pública y privada que ha
caracterizado internacionalmente a nuestro país. Estas cuestiones, sin duda,
tienen una raíz social y cultural.
Ahora bien, entre las realidades contextuales de las empresas mexicanas
encontramos las siguientes características:
a) La dependencia tecnológica y la
importación de insumos,
b) El continuo estrechamiento del mercado interno,
c) El
uso parcial de la capacidad instalada en la industria, el creciente estancamiento
agrario,
d) La política individualista,
e) La insuficiente infraestructura.
Y, por si todo
esto fuera poco, un gobierno paternalista, corrupto, insaciable cobrador de
impuestos y con escasa aceptación pública y empresarial.
Así, poco se ha hecho por mejorar la posición competitiva del país en el
ámbito internacional.
Las instituciones educativas han adoptado ciegamente
técnicas de otros países; por otro lado, la mayoría de las organizaciones grandes y
medianas han preferido los esquemas mecánicos de la administración burocrática
heredada de los países más desarrollados. Además, el trabajo familiar, la relación
aprendiz-maestro, la organización artesanal, son elementos que pueden dar
ciertas ventajas competitivas a las empresas del país y no se aprovechan
adecuadamente.
El estudio de las organizaciones en México se ha caracterizado
tradicionalmente por la utilización de esquemas teóricos generados en los países
industrializados cuya correspondencia con formaciones sociales diferentes ha
suscitado, hasta la fecha, sólo intentos aislados de reflexión. Nuestro país apenas
se está iniciando en las etapas críticas y creativas (de la adopción y adaptación, a
la producción de conocimiento propio).
En América Latina, la educación de los administradores se introdujo por
primera vez en Brasil, México y Colombia. La influencia estadounidense se
descubre tanto en los métodos educativos como en la bibliografía.
El retraso de México se debe a la existencia de una economía todavía
agrícola, la concentración del poder económico en pocas familias y el
reforzamiento del control familiar en las organizaciones económicas. El talento
administrativo se ha obtenido de fuentes familiares, lo que ha obstaculizado el
desarrollo de los profesionales de la administración.
Objetivos
México tiene un proyecto económico de enormes dimensiones: modernizar,
desarrollar y hacer competitivas al 98% de sus empresas o, mejor dicho, a cerca
de millón y medio de empresas micro, pequeñas y medianas que en la mayor
parte de los casos se encuentran lejos de los objetivos de modernización
económica del programa de gobierno.
Los objetivos de la administración mexicana tienden a la búsqueda de un
cambio saludable.
Urge ampliar la base de poder y la comunicación en las
organizaciones, “achatando” estas últimas para favorecer la participación y, sobre
todo, buscando medios apropiados a la cultura para elevar la calidad y la
productividad de las organizaciones. Los empresarios y administradores de las
organizaciones tradicionales empiezan a fomentar profundas reformas en sus
estrategias de administración, a fin de abatir sus costosas e ineficientes
burocracias.
Para la administración moderna es necesario dirigir la teoría administrativa
y organizacional hacia paradigmas menos rígidos. Tomando como base que en los
últimos 20 años hemos pasado:
♦ Del crecimiento al decrecimiento y a la decadencia económicos.
♦ De la abundancia relativa a la escasez crónica de recursos para la producción.
♦Del consenso a la diferencia y el conflicto sociales.
Por tanto, los retos actuales para el administrador profesional son:
• Lo impredecible de la conducta humana.
• La escasez de los recursos humanos y materiales.
• La dificultad de hacer compatibles los objetivos organizacionales, tanto
para los directivos como para los trabajadores.
• La satisfacción de las expectativas y necesidades de los miembros de las
organizaciones.
• La turbulencia del ambiente en todos sus componentes: sociales,
económicos, políticos, culturales, psicológicos y ambientales.
• El compromiso con la calidad de vida de los mexicanos.
• La solución a conflictos sociales y el mejoramiento ecológico de nuestro
país.
La teoría organizacional y la práctica administrativa
Conceptos
La práctica administrativa ha sido definida en las últimas décadas por la profesión
de licenciado en administración. Esta profesión tuvo su origen en la necesidad de
tener gente capacitada en las técnicas de administración para guiar a las
organizaciones y que a la vez participara directa o indirectamente en sus
operaciones. Antiguamente, esta profesión, por su denominación, parecía que
delimitaba su acción a los problemas de las empresas.
Al profesionista, en los
años cincuenta del siglo pasado, se le denominaba licenciado en administración
de empresas. Esto iba en contra de su aplicación social, ya que la palabra
empresa en nuestro país ha sido tomada como sinónimo de iniciativa privada,
limitando así, grande y gravemente, que un profesional con estas características
pueda manejar las técnicas administrativas y sus medios de estudio e
investigación para aplicarlos en otras esferas de la actividad social, que no sean
exclusivas del sector privado.
El 10 de abril de 1973 por fin fue aceptada la
petición de los profesionistas en ser reconocidos como licenciados en
administración.
Las primeras escuelas en México que impartieron los estudios referentes a
la administración, nacieron gracias a las donaciones de grandes empresarios. Es
posible pensar que estas donaciones no fueron espontáneas, por el contrario, era
imperativo que los empresarios de aquella época cuidaran de sus negocios, y para
ello capacitar a sus hijos y a la gente idónea era lo más acertado a sus
necesidades y objetivos.
En 1943, el Instituto Tecnológico de Monterrey inició los primeros cursos en
nuestro país y los llamó de “negocios”. La denominación de esta profesión tuvo
como antecedente el hecho de que en Estados Unidos se impartía una carrera
similar, denominada Bachellor´s Degree in Bussines Administration, que en
español se traducía como “administración de negocios”. Más tarde, en 1947, el
Instituto Tecnológico de México abrió sus puertas a la carrera de Administración
de negocios.
Por su parte, la UNAM, a través de la Escuela Nacional de Comercio
y Administración (actualmente, FCA), inició en 1957 los cursos para la carrera de
Licenciado en administración de empresas; en este año, la Universidad
Iberoamericana estableció la carrera con el mismo nombre.
Características
La labor en la sociedad de la teoría organizacional y la práctica administrativa
desde sus orígenes ha sido de servicio en cuanto pone sus conocimientos al
servicio de las empresas y del Estado, para que mediante la aplicación de los
mismos se logre una mayor efectividad. Igualmente, en su labor cumple una
función social, puesto que si consideramos que los recursos siempre son escasos,
sobre todo en un país en desarrollo como el nuestro, y que lograr su mejor
aprovechamiento se traduce en último término en mayor producción, mayor
desarrollo y mayores oportunidades de trabajo.
La labor de la administración es
lograr un beneficio importante aunque no cuantificable de aportaciones al
desarrollo del país, y este mismo beneficio se derrama indirectamente entre los
miembros de la comunidad.
La administración como ciencia ha generado en nuestro país un gran
número de obras en las últimas cuatro décadas.
Como profesores y como
alumnos hemos asimilado variados temas y ángulos del orbe administrativo. Entre
los esfuerzos para formular un modelo propio de organización se encuentran el
libro Administración de recursos humanos, de Fernando Arias Galicia, y la
compilación de Viviana B. de Márquez sobre La dinámica de la empresa
mexicana, dentro de la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional.
Algunas instituciones reconocidas por su aportación a la administración son
la Facultad de Contaduría y Administración, la Facultad de Química, el Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, el IPADE, el ITESM, la
Fundación Mexicana de Calidad Total, el Instituto Nacional de Administración
Pública, el Centro de Investigación y Docencia Económicas, la Universidad
Autónoma Metropolitana; estudios extranjeros como el trabajo de Flavia Derossi,
El empresario mexicano; los análisis críticos no funcionalistas de Eduardo Ibarra y
Luis Montaño,
Ensayos críticos para el estudio de organizaciones en México,
elaborados normalmente desde la perspectiva de las ciencias sociales. A
continuación haremos mención de algunos tópicos clásicos de la teoría
organizacional en México.
Agustín Reyes Ponce, 1960. Escribe obras con un gran contenido didáctico
y de nivel universitario.
Entre sus obras destacan Administración de empresas,
Administración por objetivos, Administración de personal, Análisis de puestos. Su
obra está inmersa en la identificación de la ciencia administrativa dentro del
contexto social y multidisciplinario. Analiza concienzudamente el proceso
administrativo, toma como referencia el modelo de seis fases.
El contenido de sus
obras trasciende en lo didáctico, metodológico y sencillo.
Isaac Guzmán Valdivia, 1961. En sus obras refleja una forma no muy
diferente de analizar la práctica administrativa, pero sí tajante en lo que se refiere
a trabajar con principios. El autor visualiza la transformación del estudio de la
administración: en un principio centrado en los recursos que rodean al hombre,
más tarde en los procesos, y por último en las personas. Este último proceso es el
que predomina en la administración moderna. La administración es considerada
como un medio y no como un fin.
El autor pensaba que era imperativo (en su
época) analizar hasta qué punto hemos sido influidos por las teorías
organizacionales extranjeras, y cuál sería el modelo que apoyara nuestra realidad,
no copiarlo, sino entenderlo e implementar aquellos elementos que puedan
ayudarnos a construir uno con las características para nuestras necesidades. Para
ello, comencemos por reconocer las obligaciones de parte del Estado y de la
iniciativa privada. Entre sus obras están La ciencia de la administración y Las
reflexiones de la administración.
Más que textos didácticos, son obras de carácter
reflexivo para futuras generaciones.
Francisco Laris Casillas, 1966. C. P. y L. A. E. Poseedor de una formación
universitaria, su principal obra, Administración integral, es un texto con
características didácticas y pedagógicas. Analiza de manera general los
antecedentes de la práctica administrativa y dedica algunos párrafos a la
administración moderna y su representante principal, Taylor.
En lo que se refiere
al estudio de la práctica administrativa en México, analiza dichas contribuciones
desde el periodo prehispánico hasta antes de la Revolución mexicana. Se detiene
en la eterna discusión del matiz científico, técnico y artístico de esta nueva
disciplina, así como en los principios que la rigen. Por último, desarrolla un estudio
del proceso administrativo, y las etapas que menciona en su modelo son la
planeación, organización, integración, dirección y control.
José Antonio Fernández Arena, 1967.
Crea un trabajo literario extenso
respecto a la ciencia social (como él la llama) de la administración. Sus obras más
importantes son Introducción a la administración, El proceso administrativo y
Principios administrativos. Maestro desde 1960 en la Facultad de Contaduría y
Administración, ha sido director de la misma facultad, así como presidente de la
Asociación de Escuelas de la especialidad en México y Latinoamérica.
Desarrolla en sus obras un estudio de la administración desde una
perspectiva histórica, así como un análisis de la empresa y sus funciones básicas
de operación: la producción, la mercadotecnia y el estudio de los recursos
humanos. Realiza un análisis de la influencia del individuo en las organizaciones.
El modelo de proceso administrativo que él maneja consta de tres fases:
planeación, implementación y control. La administración es en sí misma una
estructura de principios, y a través de éstos analiza los conceptos fundamentales
de la práctica administrativa.
Adalberto Ríos Szalay y Andrés Paniagua Aduna, 1977.
Estos autores
retoman en sus escritos dos de los conceptos más importantes en el estudio de la
administración moderna: sus orígenes y su importancia como profesión dentro de
la sociedad. Orígenes y perspectivas de la administración es un documento con el
objetivo de estudiar y comprender a la administración moderna. Analiza los
orígenes de esta ciencia, retoma el estudio de las escuelas más importantes del
pensamiento administrativo y genera ciertas reflexiones al incluir estudios
interesantes respecto a la profesión de la administración en México y sus
perspectivas ante las necesidades del país.
Actualmente, la teoría organizacional mexicana ha permitido la entrada a
nuevas corrientes administrativas, tales como la reingeniería, el outsourcing,
Jamming, downsizing y muchas otras corrientes que analizaremos más adelante.
Difícilmente encontraremos hoy una buena obra que nos hable respecto a la
práctica administrativa de estas corrientes en nuestra patria; si la suerte nos
acompaña, lo más que podemos hacer será revisar algunos artículos que nos
hablan de su aparición. Pero la pregunta sigue en el aire: ¿nuestras micro,
pequeñas y medianas empresas realmente tendrán acceso a este tipo de teoría
organizacional o simplemente es una moda elitista, de la que sólo los catedráticos
e investigadores del ramo saben de su existencia?
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